
Aun siento en tu mirada al saludarte, como dentro de mi el fuego se expande
Sentada tras un manto de sonrisas, hiciste mi ilusión nacer de prisa
Di vueltas como brisa del verano, y en busca de tu mano arme el delirio
Hermosa te mostraste como el lirio, creando un retoño en tu mirada
Y sin decir más nada entendí, que eras el ángel de mi eternidad.
Del corazón hice nacer la verdad, para que vieras mi alma enamorada
Este viajante deja anclada su esencia, sus palabras, sus prosas
En la cuidad en donde las rosas, no logran hacerte sombra
Entonces mi ser te nombra, en el silencio de la distancia
Cuando los deseos seducen mis ansias, por volverte a ver
Esperando cada amanecer, sentirme vivo, para llegar a tu encuentro
Sin nostalgias, sin lamentos, tan solo abierto en la ilusión
Dejo a mi corazón, extrañarte profundamente en su centro
Mientras aguardo llegar a tu encuentro, escribo estas palabras
Que te recuerdan que mi alma, aun estando lejos, está contigo
Hasta que el cielo sea testigo de nuestra eterna unión.