
Un satélite natural, un astro descomunal y tú se encuentran en las noches
Distantes disparan, con derroches, una luz mística y envolvente,
Secretos entre miradas, despejan tu mente, volviéndose confidente de sentimientos.
Se alimenta de tus lamentos para hacerse fuerte y en tu sonrisa dibuja su brillo.
Cada noche llama a la marea, a subir en tu búsqueda constante,
No hay sirena que aguante tanto tiempo lejos de su mar
Pero tú has sabido escapar de aquellas profundidades
Y hoy, sin necedades, bien decidiste no volver más.
Ella busca en tu mirar la fuerza y potencialidad de la ternura
En tu suave y blanca piel, se refleja fiel, para ser completamente pura
Y no ha podido alcanzar tu hermosura, por eso se esconde algunas veces
Ambas se fortalecen y acunan los días, que sería de mi poesía ni no las tuviese
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