
Ya son muchas madrugas que en tu nombre despierto
El alma florecida en sufrimiento
De saber, que estando tan cerca te encuentras tan lejos
El recuerdo de tus ojos, sobre el café servido
La fragancia de tu piel sigue embebido
En las imagines con las que vivo día a día
Cuanta falta me hace tu poesía, tu sonrisa, tu inspiración
Caen los latidos del corazón
Haciéndose enemigo de la razón y el sinsentido
Llega la noche con su manto frio, su oscuridad
Tu indiferencia, mi ansiedad
Mis ojos que al cerrar, saben que en la madrugada tu nombre volverá